URGENCIAS FUNERARIAS 24HS : 379 4579414

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Tu B’shvat – Año nuevo de los árboles.

Hay un significado simbólico en esta festividad: ‘ Pues el hombre es como el árbol del del campo’, nos dice la Torá, y el tema de renovación y crecimiento es especialmente inspirador.

Es el año nuevo de los árboles (15 de Shvat), conozcamos algunas costumbres de este día y la estrecha relación entre los árboles y el hombre…

Aunque Tu BiShvat es llamado Rosh HaShaná, el día en si no esta caracterizado por la prohibición de trabajo, la obligación de una comida festiva y regocijarse, ni por plegarias especiales.
Se acostumbra comer los frutos que crecen en la Tierra de Israel y tambien aquellos de los que no se ha comido en esta estación, para poder recitar la bendición de “sheejeianu”.

Hay un significado simbólico en esta festividad: ‘ Pues el hombre es como el árbol del del campo’, nos dice la Torá, y el tema de renovación y crecimiento es especialmente inspirador…

La Torá compara al hombre con un árbol, y al Tzadik (hombre justo y santo) con una floreciente palmera datilera.
En una interesante afirmación del Talmud, nuestros Sabios declaran que el Tzadik vive para la eternidad, …»tal como su semilla está viva, así también él está vivo». («Semilla» es utilizada en este caso, como concepto de descendencia, hijos, discípulos).

Al elegir la palabra «semilla» para esta comparación, nuestros Sabios nos transmiten las ideas e imágenes que surgen por sí mismas. Una de las ideas es el maravilloso proceso de crecimiento que transforma a una pequeña semilla en un múltiple agente reproductor de su especie, sea una espiga de granos, o en un árbol frutal.
Educar a un niño es como sembrar una semilla. Debemos nutrir «potenciales árboles frutales», que darán origen a generaciones de su misma especie. Es por ese motivo que debemos dedicar mucho tiempo y esfuerzo, para asegurarnos que «la semilla reciba la nutrición necesaria «, es decir «que nuestros hijos reciban una enseñanza pura, correcta y completa de Torá».
Otro pensamiento que el Talmud nos relata, utilizando la palabra «semilla», es acerca del cuidado que una joven planta requiere en el proceso de crecimiento, y en cómo el efecto de un poco de cuidado extra a una temprana edad, se multiplica en el producto final.

Por otra parte, si se practica una incisión en un árbol maduro, el corte no se esparce y el daño queda confinado al lugar donde se practicó el mismo, pero si se hace un pequeño corte en una semilla antes de ser plantada, ésta podría no prosperar en su crecimiento, o bien todo el árbol podría deformarse como resultado de la incisión.
Similarmente, si un hombre adulto debiera , bajo ciertas circunstancias, omitir el cumplimiento de alguna Mitzvá (precepto) -Di-s no lo permita-, podría suceder que el entrenamiento y el hábito arraigados desde temprana edad, eventualmente prevalecieran y volviera a un cumplimiento completo de las Mitzvot. Como contrapunto de esto, si nuestra juventud crece solamente con el aporte de la cultura que cotidianamente nos circunda, se verá carenciada del cálido entusiasmo por una vida llevada a cabo de acuerdo a la Torá, «el árbol podría deformarse» debido a la marca efectuada en la «semilla».

No podemos dejar que esto suceda, nuestro objetivo debe basarse en que «el semillero» esté siempre lleno de «buenas semillas» que den paso a fuertes y nobles árboles, en una renovación constante, de acuerdo al cumplimiento de los sagrados preceptos de la Torá.